Eficiencia empresarial: ¿cómo aumentarla?
En esta época de competitividad creciente, digitalización y consolidación de los datos como activos estratégicos, la eficiencia empresarial es un término que está cada vez más presente en las conversaciones y discursos de ejecutivos y gerentes.
Si a los elementos anteriores sumamos un entorno impactado por crisis globales y locales, alcanzar la eficiencia empresarial pasa de ser un agregado de valor a un elemento de escalabilidad y supervivencia a largo plazo.
Pero ¿qué significa realmente este concepto y cómo consolidarlo dentro de la operación de una empresa? A continuación, respondemos estas preguntas.
¿Qué es la eficiencia empresarial?
La eficiencia se define, en términos generales, como la capacidad para cumplir o ejecutar adecuadamente una determinada función. En el plano empresarial, hace referencia a la optimización de recursos con enfoque en el éxito organizacional.
Si bien se define en pocas palabras, la eficiencia empresarial es un proceso de mejora complejo, que está orientado a la conquista de resultados y abarca tecnología, recursos humanos, logística, finanzas y muchos otros elementos corporativos.
¿Eficiencia empresarial es lo mismo que eficacia?
Peter Druker, destacado abogado, consultor y profesor de negocios austriaco, dijo en una ocasión: “Eficiencia significa hacer bien las cosas. Eficacia es hacer las cosas que hay que hacer”.
A partir de esta reflexión, podemos resaltar que la principal diferencia entre estos conceptos es que la eficiencia se enfoca en optimizar recursos y procesos para alcanzar las metas de la mejor manera posible, mientras que la eficacia no es más que el cumplimiento del objetivo.
En otras palabras, la eficiencia se enfoca en el cómo logramos lo que queremos y, por su parte, la eficacia es el qué, es decir, la meta.
De esta manera, una empresa únicamente podrá ser eficaz si antes es eficiente.
Ventajas de aumentar la eficiencia empresarial
La eficiencia empresarial es un propulsor de la optimización de negocios de forma integral. Dentro de ello, destacan las siguientes ventajas específicas:
- Mayores índices de rentabilidad debido a una operación que alcanza mejores beneficios comerciales al mínimo costo posible;
- Reducción sustancial de duplicidades y errores operativos que son consecuencia de un modelo de gestión poco eficiente;
- Mayor satisfacción del capital humano al trabajar en un entorno estable y orientado al éxito;
- Orientación al logro, ya que la empresa pasa a ser eficaz y hace de la conquista de objetivos parte de la rutina;
- Mayores estándares de calidad en productos y servicios consolidando la autoridad de mercado;
- Mayores índices de satisfacción de clientes a raíz de las mejoras en términos de calidad, logística interna y otras áreas;
- Mejor gestión del tiempo para que los colaboradores puedan enfocarse en decisiones, estrategias y análisis críticos;
- Mejor percepción de confiabilidad por parte de usuarios, potenciales socios, empleados y otros actores clave;
- Mejor perfil para ofertas públicas de inversión o captación privada de accionistas.
Traer todos estos beneficios a tu negocio, por medio de la eficiencia empresarial, demanda un conjunto de buenas prácticas y pasos críticos que abordaremos en las siguientes líneas.
Consejos claves para aumentar la eficiencia empresarial
Una empresa eficiente está predestinada al éxito y a una posición privilegiada dentro de su nicho de mercado.
Sumado a esto, este escenario de optimización puede acentuarse y ampliarse para mejorar los resultados y consolidar la operación, es decir, una compañía puede volverse paulatinamente más eficiente si da los pasos correctos.
Por esa razón, a continuación compartimos algunos consejos para alcanzar y aumentar la eficiencia empresarial.
1. Garantiza la seguridad y disponibilidad de la información
Como mencionamos al inicio del texto, los datos son activos estratégicos que forman parte de los recursos que debemos aprovechar al máximo para alcanzar una operación eficiente.
Asegúrate de contar con las metodologías, recursos y herramientas necesarias para captar y centralizar la información crítica de tu empresa.
Luego, garantiza que el acceso a estos datos sea seguro y sustentable, evitando riesgos de compliance y seguridad.
2. Asegúrate de la viabilidad legal en cada paso y transformación
Desde procesos sencillos como cambios de modelos contractuales hasta pasos drásticos como una reestructuración o fusión empresarial, la viabilidad legal siempre debe ser una prioridad.
La eficiencia empresarial va de la mano con el debido proceso, ya que de esto depende la confiabilidad de la organización y la prevención de gastos extra, derivados de sanciones, denuncias y otros conflictos. También previene, a través del compliance, riesgos y costos no esperados,
3. Delega procesos, trámites y acciones que no forman parte de tu core
Trámites legales y otros procesos de alta demanda de especialización requieren externalización y apoyo experto para un feliz término.
Por otro lado, esto te permitirá mantenerte enfocado en tu core business, que al final del día es lo que realmente tiene una relación directa e inmediata con los ingresos.
Para efectos de la delegación, es fundamental el otorgamiento de poderes con la suficiente extensión como para facilitar la ejecución de procesos, pero con una limitación tal que dé seguridad al empresario que el actuar del apoderado no represente un riesgo.
También, dependiendo del tamaño de la empresa y los socios que sean participantes activos de la administración, conviene la integración de un Consejo de Administración que facilite la delegación de obligaciones y que también funcione como un sistema de contrapesos para evitar malos entendidos o defraudaciones.
4. Actualiza la estructura tecnológica
Sistemas, redes, equipos y otros elementos tecnológicos deben adecuarse a la época actual, las mejores prácticas y los nuevos estándares de seguridad informática para construir un modelo de operación eficiente.
La tecnología se ha consolidado como un diferencial de las empresas más exitosas y debe valorarse como un área crítica y estratégica en el presupuesto de negocios.
5. Acentúa el control en términos de presupuesto
Finalmente, es importante resaltar que la eficiencia empresarial empieza por una correcta gestión del presupuesto.
Por ello, orienta el capital hacia lo que realmente agrega valor, reduce las fugas de liquidez y en general aplica una metodología lean, respondiendo a las demandas del mercado satisfactoriamente, pero con el menor gasto posible.
¡Estos son los pasos claves a considerar para alcanzar y aumentar la eficiencia empresarial!
En resumen, una operación moderna, fundamentada en la visibilidad de procesos e información, es mucho más propensa a la eficiencia empresarial.
Y a esto debemos sumar el apoyo estratégico de expertos en áreas complejas, que vayan más allá de tu nicho de especialización.
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